Como por todos es sabido, o quiero pensar que es sabido, robar a punta de navaja, pistola o pegar un tirón desde una moto al bolso o cartera de alguien es de ser un chico malo, es más, se tipifica con una palabra llamada “delito” y que supone verse metido en un buen lío con la policía y la justicia.Imaginemos ahora por un momento que a alguien se le ocurre abrir una escuela sobre cómo mejorar estás técnicas que comento arriba e incluso cómo ponerlas en práctica. Alguno podrá pensar que me he vuelto imbécil con semejante planteamiento, pero eso es lo que está ocurriendo con una actividad pro-hi-bi-da y por lo tanto i-le-gal: la caza con parany. Se trata esto de una práctica de caza más que cuestionable, nada selectiva y que podría calificarse como un arma de destrucción masiva para las aves. Llegado el caso de la instauración de este tipo de “promoción del conocimiento”, este país de pandereta no sólo podría ser catalogado como tauricida sino también como avicida.
La verdad es que me quedo totalmente alucinado cuando veo a nuestros “señores” políticos defendiendo semejante actividad ante Europa y todo por dar la razón a un número de votos X. Semejante aberración me atrevería a calificarla literalmente como “bajada de pantalones”, acto mezquino, desfachatez e incluso como atentado contra la Biodiversidad. Luego, para colmo, resulta que semejantes políticos que defienden a capa y espada semejante atrocidad se permiten el lujo de ir de verdes y ecologistas porque claro, si algo se ha puesto de moda entre los políticos de turno de esta comunidad, que ya hace tiempo que desprende ciertos olores, es que más de uno está dispuesto a formar una cadena humana para evitar que en las costas valencianas se lleven a cabo prospecciones con el fin de encontrar petróleo. Sin embargo olvidan lo que otros no olvidamos porque después de todo este tiempo quedan ciertas “verdades incómodas” como:
• Habernos llenado literalmente las costas de hormigón y ladrillo en nombre de un concepto un tanto controvertido llamado “progreso”.
• Seguir insistiendo años después en la necesidad de un trasvase cuando todavía queda mucho por hacer para conseguir un sistema supereficiente de gestión de los recursos hídricos ¿Me puede alguien explicar por qué diablos todas las noches en esta ciudad se riegan literalmente unas cuantes, pero que unas cuantas calles? ¿Por qué diablos se enciende el riego de parques y jardines cuando está lloviendo?
• Aumentar la contaminación lumínica (que va en paralelo a la de CO2) de manera que incluso en algunas calles parece ser de día ¿No sería posible al menos a partir de cierta hora de la noche apagar como mínimo un tercio del alumbrado?
• Impedir la colocación de parques eólicos en el mar cuando saben que su impacto, bajo un estudio serio en condiciones, podría ser menor que en tierra y que la producción es notablemente superior (eso por no decir que en la sombra hay un empuje de la energía nuclear). Obviamente impactos los hay pero ¿Me puede decir alguien de algún tipo de producción de energía que no tenga impacto?
Volviendo a la actividad ilícita del parany, si en en el extranjero somos conocidos por torturar animales en una plaza no lo es menos ser conocidos por la susodicha actividad. Entre los científicos y medioambientalistas de medio mundo que estudian las migraciones de aves, es bien conocido el caso de actividades de caza más que cuestionables en países como éste, Francia, Malta, Chipre o Italia. Las cifras de aves migratorias (y no migratorias) muertas por estas actividades oscilan, de acuerdo con los entendidos, entre las decenas de millones y centenas de millones. Las aves no sólo tienen que enfrentarse a un extenuante viaje por la costa del Mediterráneo en busca de refugio en bosques y campos sino que se enfrentan, para ponerlo un “poco” más difícil, a una carnicería para la cual me quedo corto de adjetivos. Desde halcones y tórtolas hasta alondras y búhos son víctimas de todo tipo de métodos de caza: escopetas, redes, cepos, cebos y reclamos. Las acciones son justificadas por el simple deseo de dar muerte pero parece ser que también hay en la sombra un discreto comercio de aves silvestres, consumo casero y trapicheo en bares y restaurantes.
Y por último y para terminar este laaaaaaaargo monólogo os comento la iniciativa de algunas “mentes brillantes” que tantos éxitos nos están cosechando por el futuro de esta tierra… Estas mentes brillantes resulta que en una población castellonense conocida como Vila•Real, pretenden crear una escuela de parany y creo que el grupo ecologista Gecen lo puede decir más alto pero no más claro: Se trata de una incitación directa al delito ¿Cómo acabará la fiesta? Pues probablemente, si las cosas no cambian, con el susodicho grupo ecologista cascándoles una denuncia ante la Fiscalía. Dejemos pues que los señores del parany, y políticos asociados, se permitan este lujo y se rían en nuestra cara fomentando la comisión de delitos tipificados en el código penal. Para quien no lo sepa, le hago memoria del artículo 18 de nuestro código penal:
“ La provocación existe cuando directamente se incita por medio de la imprenta, la radiodifusión o cualquier otro medio de eficacia semejante, que facilite la publicidad, o ante una concurrencia de personas, a la perpetración de un delito.
Es apología, a los efectos de este Código, la exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier medio de difusión, de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor. La apología sólo será delictiva como forma de provocación y si por su naturaleza y circunstancias constituye una incitación directa a cometer un delito.”
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario